jueves, 18 de octubre de 2007

Las Vegas

Son poco más de 450 Kilómetros los que separan L.A. de Las Vegas. En ese recorrido no se puede ver otra cosa que desierto, amenizado eso sí, por desoladas montañas con tonalidades marrones que se tuestan al sol, arbustos rastreros similares a puercoespines verdosos y cactus de metro ochenta de altura, pelo pinchudo, cara de aburrimiento y de brazos levantados hacia hacia el cielo limpio y celeste, como en un eterno desperezar. De tanto en tanto, algún pueblo sale al paso ofreciendo sombra, una Coca Cola fría, una hamburguesa recién hecha y nafta con plomo.
Cuando la vista se acostumbra a ver este paisaje tedioso y árido y de pronto, de sopetón, de improviso, de repente, aparece una mole de cemento, con edificios altísimos y autopistas atestadas de vehículos que caracolean a su alrededor, uno se cuestiona si esto es un espejismo de los buenos, que no se anda con chiquitas o es realmente la ciudad de Las Vegas.
¿Cómo es posible que el ser humano pueda construir un lugar así de la nada, justamente en el medio de ella? Tiene una explicación. En la década de los 40 se legalizaron las apuestas por dinero en el estado de Nevada, mientras que en California seguían siendo ilegales. En las mentes avispadas y en los dedos en el gatillo de unos gangsters de la época surgió la idea de levantar este paraíso terrenal para los californianos. Se levantaron los primeros hoteles lujosos y las visitas se reprodujeron hasta cifras insospechadas en ese momento, alcanzando hoy en día los 40 millones de visitantes al año. Además en Las Vegas se han afincado muchas personas por la sencilla razón de que pagan menos impuestos que en los estados vecinos.





Rumbo a la "Ciudad del pecado".

En la calle Freemont se construyeron los primeros casinos.
Centro histórico de Las Vegas


Hoteles-Casino. New York, New York. MGM. Luxor. Monte Carlo. Belaggio. Cesar Palace.The Mirage.

Cuando planificamos este viaje poco sabíamos de Las Vegas . Como todo el mundo, sólo conocíamos lo que nos mostraban las películas, las series de la tele y lo que habíamos oído alguna vez de este paraíso de las apuestas, con casinos creciendo como hongos en medio del desierto. Precisamente eso íbamos a buscar, movidos por la curiosidad, al medio del Desierto Mojave en el Estado de Nevada. Muchos se preguntarán, qué tendrá de interesante un lugar lleno de casinos y hoteles lujosos. La verdad es que en un principio parece que poco, pero una vez que se ponen los pies en el suelo de Las Vegas, la imaginación con las alas cortadas no logra desprenderse de la cabeza, porque todo lo que allí se ve es producto de la imaginación de otros que se adelantaron y supieron volar más allá de lo imaginable, dejando atrás al surrealismo y a todos sus parientes.
La “ciudad del pecado”, como la nombran muchos de sus detractores, cuenta con los hoteles más grandes y excéntricos de Estados Unidos. Cada hotel es una mole con varios miles de habitaciones. Son cerca de 150.000 habitaciones que se reparten entre todos los hoteles, y siguen construyendo más. Eso explica los precios razonables por dormir en una lujosa suit de Cesar Palace y lo baratísimo que resultan las habitaciones normalitas, como la nuestra, en un piso 30 con la vista espectacular de toda Las Vegas en nuestra ventana, por 17 €!!!.
Al sur del Boulevard Las Vegas se concentra la mayoría de hoteles con su casino o viceversa. Todos tienen una peculiaridad que lo diferencia del resto. Generalmente esa peculiaridad puede llegar a ser la locura más grande que se puede imaginar. A algunos, locos, caprichosos, y fundamentalmente con mucha plata, se les ha ocurrido hacer espectaculares imitaciones de los lugares más famosos del mundo. Por ejemplo uno puede encontrarse en el medio de Nueva York, con su Estatua de la Libertad (que como no vimos la verdadera nos contentamos con la copia), el Empire State, el puente de Brooklyn, etc. Cien metros más allá podemos toparnos con el Hotel Luxor que tiene una pirámide de vidrio emulando a las de Egipto con su correspondiente Esfinge y todo. Enfrente el Metro Goldwin Mayer tiene por supuesto su castillo pomposo y el Hotel París ofrece la replica a escala de la Torre Eifel. A su lado el Hotel Venetian te deja helado con la replica de la Piazza San Marcos, con canales, puentes y gondoleros que cantan en italiano. Si esto era poco, el Cesar Palace rompe todo los pronósticos con un despilfarro de réplicas de estatuas y monumentos griegos y romanos que llegan a empalagar, pero que más da, todo vale. El hotel The Mirage tiene un volcán adentro del agua, una cosa increíble, que cada 20 o 30 minutos entra en erupción produciendo un espectáculo de fuego y música espectacular. Varios hoteles están conectados por un sistema automático de pequeños trenes que te llevan de forma gratuita. Pero para frutillas en la torta, para estar un escalón más arriba de lo sublime, los genios o trastornados del Hotel Belaggio cada 15 minutos hacen un espectáculo de agua en el inmenso lago que está delante del hotel, es realmente una maravilla ver los chorros de agua moviéndose al compás de la música. Verlo una vez no alcanza, a la tercera comenzás a creértelo.

Vista de la ciudad desde el hotel.

Más Hoteles. Venetian. Paris. Boulevard Las Vegas, la Strip.


Los casinos por dentro


De los casinos, que se puede decir, lujo y pico, son lugares amplios, decorados según la temática del hotel y ruidosos, esa es la característica común, mucho ruido a máquinas tragamonedas, que tragan más de lo que escupen.
Gente, mucha, a borbotones llenaba las calles que permanecen bajo una lluvia constante de neón que parece no darle paso a la noche. Y no son sólo mayores los que pululan por la Strip de Las Vegas, abundaban los niños y las familias al completo. Nadie se quiere perder los espectáculos variados que dan los hoteles y los casinos. No faltaban las parejas de novios que van a Las Vegas a casarse con Elvis Presley y Marilyn Monroe de padrinos a la hora que se les ocurra. Un granito de arena más a la extravagancia, y van.
Me fui de Las Vegas con esa sensación de artificialidad, de que todo lo que se ve es simplemente una escenografía endeble que si la empujas se cae aparatosamente levantando una nube amarilla de polvo seco. Si me preguntan, ¿che, te gustó Las Vegas? Me ponen en un aprieto porque todavía no se responder con seguridad a esa pregunta, aunque mi conciencia, desde allá adentro, grita sin titubear un "No" rotundo. Pero ojo, considero a Las Vegas como un lugar a conocer, si tienen la suerte de estar cerca, no duden en visitarla. Se aprende mucho de la vida en otros planetas.

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