lunes, 15 de octubre de 2007

Señales de vida

Bueno, bueno… muchos pensarían que después de un mes sin noticias, el blog se había ido por el caño, mejor dicho por el cable. El Katalejo sigue vivo, con la misma e intacta irreverencia al idioma español y a la sensatez humana, si es que existe, y con unas ganas enormes de compartir con ustedes, fieles amigos, nuestras últimas aventuras.
El tiempo es subjetivo, por eso un mes puede saber a poco o saber a mucho, pasar rápido o pasar leeento, según a la persona que le toque y como le toque vivirlo. Desde aquel último mensaje que cuelga bajo los pies de este otro, en donde comentaba lo divertido que nos lo íbamos a pasar por Nueva York, Los Ángeles y etcéteras, hasta este día en el que estoy en mi escritorio de cartón en mi Sevilla adoptiva, han pasado 30 intensísimos e interesantísimos días, en los cuales, para que tengan una idea, hemos tomado 11 aviones y hemos estado en más de 10 ciudades en dos continentes diferentes. No hay objetividad que valga, no puedo decir otra cosa que el mes se ha volatilizado, se ha escurrido como agua entre nuestros dedos. Me parece mentira que hace dos semanas estaba maravillándome con el Gran Cañón, la semana pasada estaba aullando en el concierto de Sabina y Serrat en Barcelona y hasta hace 10 minutos estaba pasando apuntes de una clase aburridísima de Teoría de la Información para ponerme al día. El tiempo vuela. Ay, como se extrañan las vacaciones. Debería de ser al revés, estar de vacaciones pagas y obligatorias durante el año y pedir los 20 o 30 días de licencia para trabajar un poco, por hobby. Alguno que me conoce bien, no dudarían en afirmar que esta idea viniendo de mi persona no suena tan descabellada.
Por suerte todo nos salió a la perfección, salvo el último día. En el viaje de Barcelona a Sevilla, en el que volvía con la garganta tan ronca como la de Sabina, cometí el olvido más grave de estos últimos días, dejé la libreta con mis anotaciones del viaje en el asiento del avión. Sí, tonto y pico. Resultado, una noche sin dormir y un bajón que me dura hasta ahora. Lo único que puede curar esta herida abierta en mi corazón es que llamen de la Compañía Aérea y me digan: “Mr. Velazco, hemos localizado la maltratada libreta roja, esa que torpemente dejó olvidada. Gracias por volar con nosotros, tontín”.
Igualmente, algo me quedó en la memoria de la cabeza y en la de la cámara de fotos, cerca de mil imágenes, de las que he seleccionado varias que poco a poco voy a ir subiendo al blog.
Le doy las gracias a los millones de lectores que en este último mes han dejando sus comentarios, quejas y reflexiones en el blog y que lamentablemente, por razones de espacio, he tenido que eliminar porque el servidor estaba a punto de colapsar y se corría el riesgo de una catástrofe mundial.
A todos, los conocidos y los anónimos, les dedico los próximos capítulos del viaje por tierras estadounidenses. "Buen viaje y gracias por volar con nosotros". El Katalejo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lamento lo de la libreta,yyyy aparecio?.Aca tambien disfrutaremos del mega concierto sabina serrat,el primer dia se vendieron 10 mil entradas,sera en el estadio,la olimpica es nuestra si quieren volver a verlos les reservamos un lugar.
Besitos y mas besitos de so.