domingo, 9 de diciembre de 2007

Muchísima historia en poquísimas palabras

La historia del territorio que hoy conocemos como España es, como todos sabemos, muy larga. En la escuela siempre se nos inculcó bastante sobre nuestros antepasados peninsulares. Salíamos sabiendo más de lo que había pasado del otro lado del charco, quién fue el que gritó “tierra”, quién pintó la Niña y la Pinta o de que gallina era el huevo de Colón. Sabíamos una historia lejana de miles de años, pero éramos unos burros en nuestra propia historia reciente.
A lo que vamos. Andalucía al estar en un lugar estratégico, tanto para entrar como para salir de Europa, ha sido trillada literalmente por varias culturas durante cientos de años. Primero fueron Tartesios, después fenicios, griegos, romanos, árabes, ahora nosotros, mañana los robots y pasado mañana los gusanos y pasado pasado mañana, y viendo lo que nos espera con esto del cambio climático, nadie. Todos pusieron su granito de arena para construir lo que es hoy la cultura andaluza.
En el 700, los árabes conquistaron esta zona del planeta y se quedaron hasta que el rey Fernando III dijo basta, terminemos con toda esta parodia del Islam y devolvamos la fe católica a este territorio que tanto echa en falta. Entonces en el 1492, acorraló en Granada a los musulmanes hasta que éstos se rindieron. Ese mismo año, nuestros archi-mega-súper conocidos Reyes Católicos, Fernando e Isabel, reinaban otra vez en España.
El legado musulmán en la península y principalmente en Andalucía es impresionante. Ejemplos increíbles son la Alhambra en Granada, la Mezquita en Córdoba o la Giralda en Sevilla. Cada una declarada patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Además de los adelantos tecnológicos y artísticos que aportó esta cultura, también son numerosos los restos que aún quedan en la gastronomía, en las fiestas, en el idioma y la cultura en general.
Del puerto de Palos de la Frontera, en Huelva, salió Colón hacia la India, la brújula se le mojó y fue a parar a América, la descubrió, y el resto la conquistó, la expolió y bla, pum, pum, bla… Lo relevante para Andalucía fue que a partir de ese momento empezaron a entrar las mercancías que venían de América. Sevilla, la capital, se convirtió rápidamente en el centro comercial más grande de Europa. La famosa Casa de Contratación estaba acá en Sevilla. Fueron tan ricos en tan poco tiempo que volvieron a ser tan pobres como antes en apenas dos siglos. Cosa que hoy se puede ver, ya que dentro del contexto económico de España, Andalucía es una de las zonas más pobres. Un segundo mundo dentro de los retazos del primero. Claro que para llegar a esta situación, no debemos olvidar la colaboración interesada del dictador Francisco Franco que durante cuarenta años de gatillo fácil y de ricos más ricos, le regaló a España una de las más olvidables etapas de su historia.

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